Saturday, February 13, 2016

Las Bienaventuranzas nos ayudan a darnos cuenta de las bendiciones que hemos recibido en Cristo Jesus... Alabado sea su nombre.

Aunque se nos dice con frecuencia que reconozcamos nuestras bendiciones, algunas veces nos encontramos tan heridos que nos resulta casi imposible ver las bendiciones. Este es el momento para traer a la mente el Sermón de la montaña pronunciado por Jesús (Mateo 5:1-10). Cuando Jesús contempló el grupo de gente pobre que se había acercado a él para que les enseñara, vio lo que otros se habían negado a ver: la bendición. Aquí está la lista de quienes Jesús considera benditos o bienaventurados. Analiza en cuál te encuentras a ti mismo.
1.Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. ¿Hay días en los que admites que ya no puedes más, que has hecho lo que podías, y aun tienes la fuerza de aceptar la voluntad de Dios?
2.Bienaventurados los que sufren, porque serán consolados. ¿Sientes un genuino dolor a causa de tus faltas o por los pecados del mundo?
3.Bienaventurados los humildes, porque heredarán la tierra. ¿Eres paciente y gentil con las limitaciones que descubres en los demás?
4.Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Cuando ves que hay otras familias en necesidad, ¿actúas en su nombre como lo harías por la propia?
5.Bienaventurados los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Indistintamente de si lo merecen o no, ¿ofreces a los demás gratuitamente lo que se te ha dado gratuitamente, esto es, el perdón y la paz?
6.Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios. ¿Con qué frecuencia te apartas de tu propio egoísmo?
7.Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. ¿Trabajas en la resolución de los conflictos propios y ajenos?
8.Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. ¿Te han insultado por ayudar prontamente a los demás? ¿Te han ridiculizado por querer vivir con sinceridad e integridad?
Cuando vio la multitud, subió al monte; y al sentarse él, se le acercaron sus discípulos.
Y abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia.
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
“Bienaventurados los que hacen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
“Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Bienaventurados sois cuando os vituperan y os persiguen, y dicen toda clase de mal contra vosotros por mi causa, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

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